Una reciente investigación realizada por Cochrane Iberoamérica revela que el consumo ácidos grasos durante el embarazo reduce en 42 por ciento el riesgo de un parto prematuro, es decir, antes de las 34 semanas.

En el estudio se determinó que las grasas omega-3 de cadena larga, especialmente los ácidos docosahexaenoico (DHA) y eicosapentaenoico (EPA) -presentes en pescados grasos y suplementos de aceite de pescado- “reducen el riesgo de tener un bebé de menos de 37 semanas en un 11% y el riesgo de tener un bebé prematuro precoz (menos de 34 semanas) en un 42%”.

La profesora Middleton y un equipo de investigadores de Cochrane indican que “No hay una gran diversidad de opciones para prevenir el parto prematuro, por lo que estos nuevos hallazgos son muy importantes para las mujeres embarazadas, los bebés y los profesionales de la salud que los atienden”, dice la profesora Middleton.

“Aún no entendemos completamente las causas del parto prematuro, por lo que predecir y prevenir el parto prematuro siempre ha sido un desafío. Esta es una de las razones por las que la suplementación con omega-3 en el embarazo es de gran interés para los investigadores de todo el mundo “.

Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de sufrir una variedad de afecciones a largo plazo que incluyen discapacidad visual, retraso en el desarrollo y dificultades de aprendizaje.


Fuente: debate.com.mx