El término “estimulación”, algunas veces sugiere clases o actividades especializadas, con material complicado o costoso; sin embargo, la realidad es que podemos estimular al niño en eldía a día. Interactuar afectivamente, responder a sus gestos, jugar, moverse, nombrar colores, encontrar objetos escondidos, jugar con el pasto, saborear una fruta, y otras actividades que realizamos a diario, promueven el desarrollo de conexiones neuronales en el cerebro de un niño.
Es necesario en este proceso, la participación activa de un adulto. Alguien que esté presente para hacer y responder preguntas, para ayudarle a nombrar lo que lo rodea y para compartir la experiencia de descubrir el mundo cada día.“Los movimientos no solo los hacemos simplemente por movernos, cada movimiento tiene su propósito, siempre tiene alguna intención.”