La inteligencia emocional es la capacidad de comprender nuestras emociones y también las de los demás, así como desarrollar la habilidad de gestionar nuestras expresiones de manera saludable, con la finalidad de actuar asertivamente frente a distintas situaciones.

Esta capacidad comienza a formarse en los primeros años de vida y es de gran relevancia estar atentos a las respuestas que brindamos a los niños cuando viven algunas experiencias. Comprender observar por qué surgen ciertas manifestaciones emocionales en ellos y cómo encontrar canales adecuados de expresión sin reprimir, minimizar o negar lo que están sintiendo será una de las claves más importantes para que ellos desarrollen también lo que consideramos inteligencia emocional.

Durante los primeros seis meses de vida, podemos darnos cuenta de que los bebés expresan sus emociones de una forma espontánea, en la que combinan sobre todo llanto y algunas reacciones corporales y gestos, por ejemplo: a través del llanto pueden comunicar tener frío, hambre, sueño o molestia entre otras experiencias.

Algunos expertos mencionan que, al nacer, los bebés cuentan con una disposición innata hacia la empatía, siendo sensibles a lo que viven los demás: como cuando un bebé se alarma ante el llanto de otro y comienza también a llorar o cuando son receptivos a las expresiones faciales y vocalizaciones de sus cuidadores primarios y tratan de interactuar con ellos respondiendo a lo que experimentan. Es así como poco a poco van comprendiendo que ciertas posturas de estos son favorables o no hacia la necesidad que están manifestando.

Conforme siguen creciendo y transitando por las diferentes etapas de desarrollo, podemos observar manifestaciones más claras en sus actitudes de empatía: quieren consolar a otro niño que llora o llevarle objetos personales a alguien que está triste: un juguete, una prenda que les gusta, incluso una flor.

La inteligencia emocional es una capacidad que inicia desde la infancia, y podemos desarrollarla durante toda la vida, dependiendo de los aprendizajes que vayamos incorporando en las situaciones de vida que se nos presentan. Para que un niño pueda desarrollarla necesita estar relacionado con adultos que le brinden aceptación incondicionalproteccióncalidez en su cuidado y un acompañamiento cercano cuando experimenta variadas emociones en su trayecto de vida.

Al ser un proceso gradual podemos apoyar a los niños pequeños poniendo en práctica las siguientes pautas:

  • Responde con paciencia y afecto a cualquier expresión.
  • Valida todas sus emociones, sin utilizar juicios de valor frente a ellas.
  • Hazle saber que sentir está bien y ayúdale a identificar y nombrar lo que siente.
  • Apóyalo en canalizar aquellas cuya expresión puede causar daño a otros o a sí mismo, a través del juego, dibujos, movimiento, incluso pegar a una pelota o cojín.
  • Revisa tus propias expresiones emocionales, para que observe de qué forma las gestionas.
  • Promueve su curiosidad, hazlo sentir seguro y acompañado.

Recuerda que, como adulto responsable del cuidado de niños en primera infancia, requieres ser un ejemplo de lo que promueves.

“Se aprende a amar siendo amado”
(Pepa Horno)

 


Fuente:
Educación emocional. (s/f). Inteligencia emocional ¿cómo fomentarla en los niños? Infografía en: https://educacioninicial.mx/infografias/inteligencia-emocional/
Entrevista a Rene Diekstra (profesor de psicología de la Roosevelt Academy-U. Utretch. Educación emocional. Agosto 20, 2021, de canal de youtube Sitio web: https://www.youtube.com/watch?v=8CFG1MKqT6w&t=128sLongo, A. (2021). Doce estrategias para educar a los niños en inteligencia emocional. agosto 15, 2021, de El país Sitio web: https://elpais.com/mamas-papas/2021-01-08/doce-estrategias-para-educar-a-los-ninos-en-inteligencia-emocional.html#?sma=newsletter_mamasypapas20210110m
Pérez, P. (s/f). El desarrollo emocional infantil (0-6): Pautas de educación. agosto 19, 2021, de Ponencia del Congreso de Madrid Sitio web: http://educacioninicial.mx/wp-content/uploads/2017/11/El-desarrollo-emocional-infantil.pdf