Desde que los bebés nacen están provistos de un “sistema conductual del apego”. El apego, es una búsqueda impulsada biológicamente que puede ser explicada en términos de su funcionalidad para la supervivencia de las especies, el cual compartimos con el resto de los mamíferos. Por otra parte, el ser humano, establece un vínculo emocional con sus cuidadores distinto y especial que se construye a lo largo de la vida. Por lo general en la infancia este vínculo se establece con los padres.

El concepto de apego hace alusión a la disposición que tiene un niño o persona para buscar proximidad y contacto con un individuo, sobre todo bajo circunstancias percibidas como adversas. Los bebés tienen conductas de apego, entre las que encontramos: llorar, aplaudir, sonreír, seguir. La conducta de apego se puede manifestar con distintas personas, mientras que el vínculo se limitará a unas pocas.

Cuando se establece un vínculo afectivo entre el niño y su cuidador, surgen grandes beneficios:

  • El vínculo permanece aún en momentos en dónde no se presenta ninguna conducta de apego por parte del niño.
  • Actúa como un sistema de regulación emocional, cuyo objetivo principal es brindar seguridad.
  • Desarrolla un sistema regulador diádico, es decir, las señales de cambio en los estados del bebé son entendidas y respondidas por el cuidador, de manera efectiva.

 

Existen varios tipos de apego, que desde la perspectiva de algunos teóricos pueden detectarse a través de la interacción de madres y bebés o niños, considerando la reacción que tienen estos en tres momentos diferentes:

Seguro

En situaciones familiares o dentro de casa
Muestra placer por el contacto físico con la madre.

Ante separaciones breves
Ausencia de ansiedad.

En situaciones no familiares
Considera a la madre como una base segura para aventurarse a la exploración y el juego.

 

Ambivalente

En situaciones familiares o dentro de casa
Se comporta activamente ansioso, pero también pasivo.

Ante separaciones breves
Muestra signos de ansiedad incluso antes de la separación, malestar en la separación y también en los episodios de reunión.

En situaciones no familiares
Presenta una preocupación exagerada hacía el paradero de la madre, mostrando desinterés hacía el nuevo ambiente.

 

Evitativo

En situaciones familiares o dentro de casa
Se comporta activamente ansioso la mayor parte del tiempo dentro de casa.

Ante separaciones breves
Se muestra enojados y presenta malestar, raramente llora ante la separación, y al momento de reunirse con la madre la evita.

En situaciones no familiares
Aparece un comportamiento defensivo, hay una insistente focalización en la exploración del nuevo ambiente y suprime sus expresiones emocionales hacia la madre.

 

Desorganizado

Un niño que presenta este patrón puede parecer aturdido o paralizado, establece cierta estereotipia, como empezar a moverse y luego detenerse inexplicablemente.  Este patrón no responde a las características de los patrones anteriores.

Adaptado de: (Ainsworth, 1979; Bowlby, 1988; Bretherton, 1990, 1999; Main, 1999). Vínculo y desarrollo psicológico: La importancia de las relaciones tempranas. En Revista Digital Universitaria

 

¿Cómo promover un apego seguro?

Existen diferentes variables para construir un apego seguro en los niños, sin embargo, entre las más importantes encontramos las siguientes:

  • Sensibilidad
    • Mantente atento para poder captar y descifrar las señales del niño en todo momento.
    • Muestra apertura e interés ante las necesidades del niño y satisfácelas de forma amorosa,
    • Establece una comunicación activa con él; buscando su mirada, hablándole con ternura, dándole masajes suaves y brindándole atención.
    • Trata de ser empático ante las reacciones emocionales o conductas que pueda presentar.
  • Disponibilidad
    • Brinda respuestas sintonizadas considerando las características del niño. Cada uno es único.
    • Bríndale tiempo suficiente y de calidad, hazle saber que te importa, dile que lo amas y que estarás presente para él.
    • Permítete tiempo para relacionarte con él a través del juego.
    • Mantén la cercanía con él, en momentos de separación, dándole algún objeto o algo tuyo para que te tenga presente: una mascada, una mantita, pañuelo, peluche, etc.

Las relaciones tempranas en la infancia son de gran importancia dentro del desarrollo humano, en especial el amor materno o de los cuidadores primarios, la parte afectiva es tan crucial para la salud mental, así como las vitaminas y proteínas lo son para la salud física, por lo que día con día y año con año será vital ir descubriendo distintas maneras de vincularte con tu hijo tomando en cuenta la evolución de su desarrollo.


Referencias:
Di Bartolo, I. (2020, noviembre 6). Apego. En Congreso Internacional de Niñez: Crianza y pandemia.
Guerrero, R. (2020). Ocho pautas para generar vínculos seguros con nuestros hijos… enero 12, 2021, de El País Sitio web: https://elpais.com/elpais/2020/01/27/mamas_papas/1580118173_379872.html
Maté G. y Neufeld G. (2008)  Regreso al vínculo familiar.  México: Hara Press.
Repertur, K. (2005, noviembre 10). Vínculo y desarrollo psicológico: La importancia de las relaciones tempranas. Revista Digital Universitaria, Vol. 6 Número 11, pp. 2-15.