La lactancia materna durante los primeros seis meses y complementaria hasta los dos años de edad, son factores de protección para los bebés recién nacidos, ya que conllevan múltiples beneficios tanto para las madres como para sus hijos. Debido a esto la Secretaría de Salud, ha implementado diversas estrategias para promover y apoyar la lactancia materna en conformidad con las evidencias y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Actualmente no hay evidencias de transmisión del COVID-19 a través de la leche materna, por lo que se ha optado poner como prioridad el seguir amamantando, aún en caso de infección confirmada, siempre y cuando la madre esté en condiciones clínicas adecuadas y siga estrictas medidas de higiene y cuidado.
Las medidas de prevención están enfocadas para que las madres puedan seguir teniendo contacto piel con piel con su bebé y así reducir el riesgo de transmisión del virus a través de gotitas respiratorias durante el contacto físico y la lactancia.
Pautas para madres sospechosas o confirmadas con COVID-19 (que se encuentren en aislamiento en domicilio)
- Lavarse las manos durante por lo menos 20 segundos antes de tocar al bebé o antes de retirar la leche materna (extracción manual o en la bomba extractora).
- Utilizar una bata limpia mientras amamante, dejándola exclusivamente para este momento y lavándola frecuentemente.
- Usar cubrebocas durante las tomas (cubriendo completamente nariz y boca) evitando hablar o toser.
- Si tose o estornuda, deberá cambiar el cubrebocas inmediatamente y lavar las manos nuevamente.
- Seguir rigurosamente las recomendaciones para limpieza de las bombas de extracción de leche después de cada uso.
Asimismo, se debe considerar la posibilidad de solicitar la ayuda de alguien que esté sano para apoyar a la mujer en la lactancia, quien deberá de seguir las medidas de prevención de infecciones, con énfasis en higiene de manos y utilizar cubrebocas.
En casos dónde la madre esté demasiado enferma para amamantar a su bebé debido al diagnóstico de COVID-19 u otras complicaciones, se recomienda recibir apoyo para alimentarlo con leche materna de alguna manera posible, viable y aceptable para la madre; algunas opciones pueden ser:
- Alentar a la madre a extraer la leche materna y permitir que alguien se la dé al bebé de manera segura.
- Relactación.
- Si no es posible extraer leche materna, buscar la posibilidad de leche humana donada.
- Brindar siempre a la madre apoyo y asesoramiento psicosocial.
Seguir las medidas de higiene recomendadas ayudará a que haya a disminuir el riesgo de contagio, así como también estar en contacto con un médico para actuar de manera pertinente, buscando el bienestar y cuidado tanto de la madre como del bebé.