Desde que un niño nace va descubriendo e identificando rasgos que lo distinguen como persona, a partir de esta conciencia de sí mismo va construyendo su identidad personal y social. Este es un proceso de integración de diversas características tales como su sexo, edad, raza o las condiciones de la comunidad en la que vive 1.

La identidad personal se refiere a la sensación de individualidad que permite a los niños sentirse únicos y la identidad social  hace referencia a qué tanto ellos se identifican con las personas con las que conviven, ya sea su familia o sus compañeros; es la sensación de pertenecer a un grupo  o comunidad y ser influido e influir en el mismo 1.

 La identidad cubre dos necesidades fundamentales en el ser humano, la necesidad de ser único y de pertenecer 2.

Los niños construyen un autoconcepto positivo, una elevada autoestima y confían en sí mismos cuando se sienten únicos, que pertenecen a su propio mundo social y que cuentan con un ambiente seguro; cuando esto sucede es más fácil que desarrollen sus competencias personales y sociales,   alcancen su bienestar emocional y puedan enfrentar nuevos retos 1.

Para desarrollar su identidad, los niños tendrán que ir respondiendo a tres preguntas importantes: “¿Quién soy yo?”, “¿Está bien que yo sea quién soy?” y “¿Qué lugar ocupo en este mundo?”. Las respuestas positivas a estas preguntas son esenciales para que los niños logren sentirse bien y ser felices 1.

El sentido de pertenencia   permite a los niños definir quiénes son y cómo encajan en el mundo 3.

 

¿Cómo se construye el sentido de pertenencia?

El sentido de pertenencia se desarrolla inicialmente cuando se establece un vínculo entre el bebé y sus padres 3. Cuando este vínculo es sólido es posible que los niños establezcan relaciones de calidad en su vida adulta. Conforme ellos van creciendo comienzan a convivir y a identificarse con otros miembros de su familia y posteriormente con personas dentro de otros grupos, siendo uno de los más importantes la escuela.

Desde pequeños los niños se dan cuenta de cuál es su rol y condición dentro del hogar, en sus centros  educativos  y  en  sus  comunidades.  El  trato  que  reciben  en  estos  espacios definirá en qué medida ellos se siente apreciados y respetados, y esto impactará su identidad: su manera de sentir quiénes son y a qué lugar pertenecen 1.

Construyendo un sentido de pertenencia en la escuela

Las aulas   en donde hay un fuerte sentido de comunidad ayudan a que los niños se sientan bienvenidos, seguros y competentes, lo que les permite explorar su entorno y formar relaciones significativas mientras aprenden 4. Además, en la medida en que ellos sienten que pertenecen a un lugar en el que las personas y las cosas que forman parte de éste son significativas para ellos, y reconocen su papel y función dentro de él, logran adaptarse e integrarse al mismo 5.

Si perteneces a un centro educativo y tienes niños en edad preescolar, a continuación te presentamos una serie de propuestas  de Gainsley 4 que favorecerán que los niños sientan que forman parte de esta comunidad:

  • Refiérete a los niños por su nombre siempre, así ellos podrán reconocer que son importantes para ti y podrán aprender el nombre de sus compañeros.
  • Al iniciar el día, programa tiempo para agradecer a los niños   por   estar   ahí   y   para   que   los   niños   den   la bienvenida a sus compañeros y puedan darse cuenta quiénes asistieron ese día y quiénes no.
  • Establece una rutina en la que integres actividades individuales, donde puedan jugar solos si lo prefieren o en subgrupos pequeños y con todo el grupo cada día, para que los niños tengan la oportunidad de convivir entre ellos, compartir materiales e intercambiar ideas para lograr una meta mientras trabajan en subgrupos o que puedan observar a otros niños, imitar sus acciones o compartir sus ideas a lo largo del juego cuando se encuentran en los grupos grandes.
  • Solicita que traigan fotos de su familia para colocarlas en un espacio del salón.
  • Coloca fotos a la vista o un álbum que muestre imágenes en donde estén jugando o desarrollando alguna actividad en grupo, o coloca dibujos que ellos hagan de sus compañeros y posteriormente ver junto a ellos las fotos y rememorar los sucesos para crear una memoria colectiva en el grupo que fortalezca el sentimiento de pertenencia.
  • Comenta a los niños si al día siguiente usarán nuevos materiales, si habrá un evento especial próximamente o si vendrán visitantes y después pregúntales cómo se sienten al respecto o si tienen alguna experiencia previa que quieran compartir; para que se sientan tomados en cuenta y logren reconocer que pueden enseñar y ayudar a otros niños: “Mañana trabajaremos con panderos, ¿alguno de ustedes los han usado?”, “Pedro, ¿porqué no le cuentas al grupo como juegas con los aros?”
  • Para promover la responsabilidad y el respeto en el grupo describe los comportamientos de los niños que apoyan o benefician a los demás, evitando usar adjetivos en los que se califique a la persona: “Levantaste los objetos del piso para que nadie se resbalara”, “Pablo y tú recogieron los bloques, ahora el salón está libre para que todos podamos bailar”.
  • Al finalizar las actividades asigna un tiempo de limpieza en el que tanto tú como los niños ordenen los materiales del salón de clases; esto les ayudará a reconocer que comparten un espacio y que es importante poner las cosas en su lugar para que disfruten estar ahí.
  • Crea historias sociales para resolver situaciones en clase en las que todos los niños puedan platicar sobre los temas que les interesan, proponer ideas y participar en la toma de decisiones como dónde poner un nuevo material, o cuáles ideas tienen para que todos cooperen en la limpieza del salón:
    • Toma una hoja de rotafolio y divídela en cuatro partes
    • En el primer cuadrante dibuja una serie de imágenes sobre la situación que quieres platicar en grupo.
    • Mientras le muestras a los niños el primer dibujo, cuéntales una historia en la que relates la situación o el problema que quieres trabajar: Hace tiempo había una reunión de animales, un día el gato dijo que a él estaba molesto porque se le perdió su pelota y no sabe dónde la dejó… Al terminar pregúntales si les ha pasado algo así.
    • Pregunta a los niños cómo se sentirían en esa situación y en el segundo cuadrante del rotafolio dibuja caritas que muestren las emociones de los niños.
    • Pregúntales cuál creen que sea el problema y represéntalo con dibujos.
    • Finalmente pregúntales cómo se puede resolver el problema y dibuja las ideas; retoma y prueba las ideas aunque consideres que no todas son muy prácticas, ya que esto los hará sentirse responsables y esforzarse más. Considera que al platicar de las situaciones cuando no están sucediendo, los niños piensan con mayor facilidad en las soluciones y proponen nuevas ideas.

 

Referencias bibliográficas

1. Gainsley S. (2012) Building Friendship in Preschool. High Scope Extensions 27 (1) (en Línea). Recuperado de http://www.highscope.org/file/NewsandInformation/Extensions/ExtVol27No1_ lowrez.pdf
2. Jiménez, J., Martínez, R. y Mata, E. (s.f.) Guía para trabajar la historia de vida con niños y niñas: Acogimiento familiar y residencia. Universidad de Sevilla. Consejería para la igualdad y Bienestar Social. Junta de Andalucía.
3. Sánchez, E. (2007) El periodo de adaptación a la escuela infantil. Tesis doctoral
España: Universidad de Granada. Facultad de ciencias de la educación
4. Woodhead, E y Oates, J. (2008) La Primera Infancia en Perspectiva 3: El desarrollo de identidades positivas (Serie). Reino Unido: Child and Youth Studies Group (en línea).
5. Fotografías – UNICEF

 

Citas:

  1. Woodhead y Oates, 2008
  2.  Schaffer, 1996, citado en Woodhead y Oates, 2008
  3. Jiménez, Martínez y Mata, s.f.
  4. Gainsley, 2012
  5. Alpi, 2002; citado en Sánchez, 2007