“Los vínculos afectivos estables y contenedores reducen el malestar emocional y potencian los sentimientos positivos en el niño”
Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF) y Fundación Kaleidos
La Real Academia Española define arrullo como “el cantar grave y monótono para adormecer a los niños”, pero en realidad, arrullar al bebé de manera amorosa, puede ser mucho más que eso; se trata de un momento especial entre el bebé y su mamá o papá en el que se crea un ambiente de amor, confianza, protección y tranquilidad, es la oportunidad de expresar cariño y al mismo tiempo el instante ideal para que el bebé, a través de sus sentidos, reciba todo ese afecto que es vital para su desarrollo pleno1.
Considera que el bebé pasó 9 meses en un ambiente de total protección durante su gestación, al nacer, se enfrenta a un mundo diferente, lleno de sensaciones y estímulos externos que pueden llegar a ser intensos para su sistema nervioso, ante su nuevo entorno el bebé comunica sus emociones por medio de risas, balbuceos o llanto, por ello durante los primeros meses de vida, tocar y mirar son los modos de comunicación privilegiados entre el bebé y sus papás2.
Ahora sabemos que la cercanía con los padres es tan importante para el desarrollo de los bebés que, a nivel psicológico representa el sostén emocional que todo ser humano necesita para aferrarse a la vida y al mismo tiempo es la base de un vínculo fuerte y estable que será el motor para un desarrollo pleno3.
El doctor Harvey Karp, pediatra especialista en desarrollo infantil, explica en su libro “El bebé más feliz del barrio”, que la mayoría de los padres en diversas culturas, por intuición tratan de aquietar las emociones del bebé con movimientos de vaivén, cantos y ruidos armoniosos, es decir, arrullan al bebé, lo cual funciona perfectamente para calmarlo, a menos que el llanto tenga un origen de malestar físico como dolor o hambre, es importante estar atentos y aprender a identificar sus sensaciones y necesidades4.
Cuando arrullas a un bebé, este entra en un estado de ensoñación, de tranquilidad, se siente amado y protegido por quien lo acuna, los arrullos son un “canto suave y melodioso que favorece en el adulto y el bebé un tono emocional relajado, de calma, que invita al descanso y al sueño”5 devuelve la seguridad al bebé pues escucha de nuevo la música que lo acompañó desde su concepción, es decir, escucha el latido del corazón de su madre y la dulzura de su voz cuando le canta o le habla6.
El arrullo amoroso brinda muchos beneficios al bebé, el contacto físico ayuda a reducir la tensión muscular, relaja el sistema nervioso y lo hace sentir tranquilo cuando está llorando, los movimientos suaves que se suelen realizar al momento del arrullo, representan un estímulo rítmico que calma al bebé porque es similar a la sensación de estar en el vientre materno, estabiliza el ritmo cardiaco para producir descanso y armoniza la respiración. Así el movimiento, los sonidos constantes y la calidez de los brazos de sus padres, son el ambiente ideal para el sano desarrollo emocional y fisiológico de los niños7.
¿Qué necesitas?
Un rebozo o cobijita, un espacio tranquilo, actitud relajada y mucho amor para expresarle a tu bebé.
Manos a la obra:
Para que el arrullo sea una oportunidad de contacto emocional es importante ser sensible a las necesidades del bebé, poner especial atención en su expresión, mirarlo a los ojos, mecerlo suavemente y estimularlo con sonidos suaves y agradables, así como cargarlo correctamente. Un valioso recurso para mantener la cercanía con el bebé de una manera segura y agradable incluso fuera de casa, es incluir el uso del rebozo8.
A continuación te compartimos algunas recomendaciones que el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) proporciona para cerciorarte de que el bebé se encuentra cómodo y confiado en tus brazos9:
- Levanta al bebé de manera suave; evita movimientos bruscos para no asustarlo y nunca lo jales de las manos o los pies.
- Tu cuerpo deberá ser un apoyo, soportando el peso del bebé en tu pecho y tus brazos.
- El niño debe quedar acurrucado con la cabeza más arriba que el resto de su cuerpo.
- Cuando lo levantes es importante que sostengas con una mano su cabeza (recuerda que el centro cefálico no se logra hasta después de los tres meses).
- Mientras lo cargas háblale o cántale suavemente, sonríele y aprovecha para hacerle mimos.
“Las canciones de cuna nos recuerdan hechos agradables, llenos de confort y ternura que provienen de una voz dulce y suave, de la madre.”
Graciela Valbuena
Referencias bibliográficas
- Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) (2010). Guía de estimulación y psicomotricidad en la educación inicial (versión electrónica). México: Autor.
- Karp, H. (2003). El bebé más feliz del barrio. Barcelona: RBA Libros. ISBN 8497990285
- Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. (versión electrónica).
- Rivera, S. (s.f). El afecto que tus hijos necesitan Esperanza para la familia, A.C. (versión electrónica). México. Recuperado el 11 de marzo de 2015 de: http://www.esperanzaparalafamilia.com /Rev/Artículos/PDFs/PDF0154.pdf
- Torres, E. (2007). El rincón del bebé: un espacio para favorecer la disposición lectora a partir del fortalecimiento de los lazos afectivos iniciales. 19 (162), 87-92 (versión electrónica). España: Educación y biblioteca. ISSN: 0214-7491
- Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF), Fundación Kaleidos (2012). Desarrollo emocional. Clave para la primera infancia. Argentina: Autor. ISBN: 978-92-806-4641-2
- Valbuena, G. (2004). Conocimiento del niño a través de la música: “el efecto berceuse” acunamiento y canciones de cuna en diversas culturas (versión electrónica). El Artista 1, noviembre, 92-105, Universidad Distrital Francisco José de Caladas, Colombia. ISSN: 1794-8614
Citas
1 CONAFE, 2010; Real Academia Española y Rivera
2 UNICEF y Fundación Kaleidos 2012
3 Torres 2007
4 Karp 2003
5 Valbuena, 2004
6 CONAFE, 2010; Valbuena, 2004
7 UNICEF y Fundación Kaleidos, 2012; CONAFE, 2012; Rivera, s.f.
8 UNICEF y Fundación Kaleidos, 2012
9 CONAFE, 2010