Reír es una de las maneras más fáciles, rápidas, seguras, económicas y aceptables de generar una sensación positiva en los niños, proporcionándoles bienestar a corto plazo; cuando reímos nos sentimos bien con nosotros y con los otros.
“Las cosas que nos dan risa se transforman permanentemente”
(Guerrero et al., 2009).
La risa es una respuesta de naturaleza fisiológica claramente observable. Funciona como una válvula para liberar niveles estresantes de excitación social. Los niños pueden reír con un “boo” o llorar ante algo inesperado, esto dependerá de su contexto, de las diferencias de personalidad y del temperamento que tengan. Es común que en un principio los niños fluctúen entre la risa y la angustia mientras juegan, fenómeno mejor conocido como “modelo de la excitación y el humor”. Ambas manifestaciones son expresiones favorables porque suceden en un espacio seguro que es el juego.
Max disfrutaba jugar a perseguir a sus amigos, pero cuando le tocaba ser perseguido lloraba, iba a reconfortarse con su maestra y regresaba a jugar (Los niños tienden a reír más en los juegos más excitantes y peligrosos que en aquellos reservados a la imaginación o al juego constructivo).
Jugar a perseguirse puede generar varias risas hasta que el juego se vuelve real generando llanto repentino.
Los niños también pueden usar el recurso del juego como una alternativa de apreciar y adaptarse a diferentes situaciones, cómo una nueva forma de afrontar y superar los problemas, para reducir el estrés o la angustia y modular sentimientos como el miedo o el enojo para transformarlos en algo divertido, seguro y socialmente aceptable.
¿Cuándo pierde su poder el monstruo debajo de la cama o el fantasma que vive en el closet? Cuando le ponen nombre (cómico de ser posible) y hacen un chiste sobre él. En ese momento deja de existir y se vuelve un buen cuento.
El placer de la risa ayuda a los niños a darse cuenta que algo no es real o no es congruente con las reglas del mundo que conocen, por esto reaccionan riéndose o sorprendiéndose cuando formulan expectativas sobre algún evento y estas no se cumplen. Así mismo con una estimulación adecuada los niños contarán con más herramientas para manejar sus sentimientos, y comenzarán a diferenciar entre la risa y las respuestas de ansiedad.
Aquí te ofrecemos algunas ideas para realizar con los niños y promover la risa:
Referencias:
Cunningham, J. (2005). Capitulo 5: Humor infantil. En Scarlett G., Naudeau, S., Salonius-Pasternak, D. y Ponte, I., Children’s Play: Play development from infancy through late childhood. EUA: SAGE Publications.
Guerrero, L., diez, C., Moreno, H., Hinojosa, M. y Martínez, O. (Julio de 2009) Lectura y humor. Leer y leer Revista para la animación de la lectura 8.
Jauregui, E. y Fernández, J. (2009). Risa y aprendizaje: el papel del humor en la labor docente. Revista interuniversitaria de formación del profesorado 66 (23,3). 203-215.
Jauregui, E. y Fernández, J. (2006). El humor positivo en la vida y el trabajo. Círculo de lingüística aplicada a la comunicación 27. 42-56. Universidad Compútense de Madrid
Shapiro, L. (1997). La inteligencia emocional de los niños México: Vergara Editor, S.A. Recuperado de http://wwwisis.ufg.edu.sv/wwwisis/documentos/EB/152.4-S299i-Inteligencia %20 emocional %20de%20los%20ni%F1os.pdf
Sherman, L. (1988) Humor and social distance in elementary school children (versión electrónica). Humor 1 (4). 389-404.