Continuar amamantando junto con alimentos complementarios adecuados hasta los 2 años es una acción que aporta múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé: previene enfermedades e infecciones, fortalece el sistema inmune, reduce el riesgo de muerte y facilita el establecimiento de un vínculo seguro entre mamá y bebé. Una recomendación de la OMS y UNICEF.
En algunas situaciones la lactancia se ve interrumpida por distintos factores, dando como resultado un incremento del riesgo de enfermedad, malnutrición e incluso la muerte. Sin embargo, nuestro organismo de manera natural cuenta con la capacidad de poder retomarla y brindar a los bebés lo necesario para un desarrollo sano e integral.
Relactar es regresar después de una interrupción de días, semanas o incluso meses a producir la leche materna con los componentes necesarios para favorecer la salud. Incluso mujeres que no hayan tenido embarazo y hayan adoptado un bebé pueden amamantarlo, gracias a esta sabiduría inherente al cuerpo humano.
Algunas circunstancias consideradas para la relactación:
- Favorecer la salud de algunos bebés enfermos, con diarrea aguda o persistente.
- Cambiar una alimentación artificial cuando ésta no ha sido tolerada por el bebé.
- Retomar a los bebés prematuros, con bajo peso al nacer que no pudieron lactar en las primeras semanas de vida.
- Regresar a una lactancia exitosa, cuando la madre tuvo baja producción de leche porque aplicó técnicas inadecuadas en sus primeros intentos.
- Replantear la lactancia por un cambio consciente de la madre acerca de los beneficios que ésta conlleva.
- Adoptar un compromiso con la lactancia sustituyendo a la madre por enfermedad o fallecimiento.
Actualmente hay suficientes informes que muestran que la mayoría de las mujeres pueden relactar siempre y cuando estén motivadas y tengan la información y apoyos adecuados. Así mismo se han descubierto empíricamente técnicas efectivas que permiten rescatar esta práctica.
Pautas para facilitar el proceso:
- Mantener contacto piel con piel el mayor tiempo posible entre el bebé y la madre. Un buen momento es en la cama, la madre recostada desnuda de cintura para arriba y el bebé solo con pañal y con la cabeza entre los pechos de la madre.
- Ofrecer el pecho cada dos horas aproximadamente y cuando el bebé muestre interés.
- Dejarle mamar todo el tiempo que quiera hasta que se quite él mismo.
- Evitar el uso de chupetes.
- Extraerse leche y ofrecerla al bebé con jeringa o cuentagotas, cuando él no se muestre dispuesto a mamar.
- Evitar utilizar biberón para no confundir en el bebé el modo de succionar.
El tiempo necesario para que comience la producción de leche varía entre unos días y unas pocas semanas, pero es difícil de predecir. Se recomienda animar a las madres a mostrar paciencia, perseverancia y confianza en que sí se puede. Alrededor de la mitad de las madres que relactan pueden amamantar a sus hijos de forma exclusiva en el término de un mes.
“La lactancia materna provee los nutrientes necesarios y la cercanía emocional para el inicio de la vida que necesita todo ser humano”