Cuando un bebé llora sus cuidadores generalmente prestan atención y atienden sus necesidades de manera oportuna y amorosa. Sin embargo, el llanto del bebé puede activar fibras sensibles en adultos que hayan sufrido maltrato en su infancia, depresión, tengan una situación familiar inestable, abusen de sustancias como el alcohol o estén pasando por niveles de estrés importantes; cambiando radicalmente su respuesta, mostrando impaciencia y zarandeando al bebé para detener el llanto.

Cuando el bebé es sacudido, su cerebro se mueve hacia delante y hacia atrás dentro del cráneo, dicho movimiento provoca que los vasos sanguíneos se rompan y la sangre se acumule en el interior, produciendo un daño a veces irreparable a nivel cerebral.

Esta acción se conoce como Síndrome del bebé sacudido, y hace referencia a una lesión cerebral grave producida por este impacto en bebés menores de dos años. Los efectos varían y las lesiones pueden provocar: ceguera, convulsiones, parálisis cerebral e incluso la muerte. Las estadísticas arrojan que uno de cada cuatro niños que sufre este tipo de violencia muere por esta causa.

Los adultos responsables del cuidado de niños pequeños necesitamos dar respuestas que favorezcan el desarrollo infantil.

¿Cómo hacerlo? Cuidando tu salud:

  • Física: mantén buenos hábitos de higiene, aliméntate adecuadamente, descansa y haz ejercicio.
  • Social: convive de manera positiva y moderada con familiares, amigos y vecinos.
  • Mental: lee, aprende algo nuevo y sé un observador de tus pensamientos cotidianos para atender aquellos negativos que son recurrentes u obsesivos.
  • Emocional: busca alguien de confianza que pueda escucharte para que expreses todas las emociones que surgen en las diferentes circunstancias de tu vida.

Una atención plena hacia el niño:

  • Conéctate y aprende a conocer al niño para saber la causa de su llanto.
  • Satisface con afecto y paciencia todas sus necesidades.
  • Mécelo, colócalo cerca de tu pecho, camina con él y háblale con ternura para tratar de calmarlo.
  • Bríndale masaje, acariciando o sobando su espalda, pecho o estómago.
  • Cántale con un tono de voz amoroso y suave.
  • Ponle música que le ayude a relajarse.

Reconoce cuando estés en momentos o situaciones que te rebasan, recuerda que una acción impulsiva puede derivar en una tragedia de la cual no habrá vuelta atrás. Si descubres que esto está ocurriendo busca ayuda de inmediato para proteger al niño de reacciones que lo puedan dañar.


Referencias:
Autocuidado, un acto de amabilidad contigo. (s/f). Udec.cl. Recuperado el 26 de diciembre de 2022, de https://vidasaludable.udec.cl/node/487
Coll, B. (2022, junio 14). “Zarandear a un bebé es lo peor para que deje de llorar”. Ediciones EL PAÍS S.L. https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-06-14/zarandear-a-un-bebe-es-lo-peor-para-que-deje-de-llorar.html
Payne, R. A. (1998). Técnicas de relajación: Guía práctica. Paidotribo Editorial.
Síndrome del bebé sacudido. (2022, abril 23). Mayoclinic.org. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/shaken-baby-syndrome/symptoms-causes/syc-20366619
Síndrome del bebé sacudido – Descripción del problema. (s/f). Health.ny.gov. Recuperado el 26 de diciembre de 2022, de https://www.health.ny.gov/es/prevention/injury_prevention/shaken_baby_syndrome/description.htm