Menos actividades extraescolares y más escobas. Julie Lythcott-Haims, antigua decana de nuevos alumnos en la Universidad de Stanford y autora de How to Raise an Adult (Cómo criar a un adulto) se ha basado en una investigación de Harvard para demostrar que los niños que se encargan de tareas domésticas crecen hasta convertirse en adultos solventes y con más posibilidades de alcanzar el éxito, como explica en su reveladora Ted Talk, que ya acumula tres millones de reproducciones.

Los niños que al terminar de cenar bajan la basura o doblan la ropa aprenden que las actividades que no son divertidas también forman parte de la vida. ¿A alguien le pagan por ver Frozen en bucle? Responsabilidad, autonomía y perseverancia son algunas de las cualidades que desarrollarán por el camino.

Por el contrario, si los niños no lavan los platos aprenden que otra persona lo hará por ellos, desperdiciando la oportunidad de comprender que cada uno debe contribuir para que todos estén mejor, un aprendizaje esencial para la vida. Las personas que prosperan en el trabajo son empáticas, colaboradoras y son capaces de asumir tareas independientemente, asegura Jtold, y eso se aprende en casa.

En una encuesta realizada por Braun Research para Whirlpool, solo el 28 por ciento de 1.001 padres encuestados asignan tareas regulares a sus hijos, a pesar de que el 82 por ciento de esos mismos padres crecieron asumiendo esos quehaceres. No darles tareas a los niños, según Julie Lythcott-Haims, “los priva de la satisfacción de aplicar su esfuerzo a una tarea y lograrlo”.


Fuente: revistaad.es