Distinto a lo que muchos creen, las patadas de los bebés no constituyen una respuesta a estímulos exteriores. Un estudio realizado por el Imperial Collage de Londres, sugirió que los fetos se mueven para ejercitarse. Cada patadita favorece la formación de articulaciones, músculos y huesos. De hecho, surten el mismo efecto que los deportes en los adultos.

Lo primero que agitan es su cabeza, a las 10 semanas de gestación, pero las patadas comienzan a sentirse entre las 16 y 18 semanas. Al principio serán sutiles, pero entre las 20 y 30 semanas cobrarán una fuerza de hasta 45 newtons. Es como tirar al suelo una canasta de cuatro kilos y medio. Se estiran tanto, que verás como una parte de la panza se engrandece.

Tras este periodo, es posible que la frecuencia y potencia de las pataditas disminuyen de forma gradual. Pero no te preocupes por ello. Es un indicio de que el feto está creciendo y el espacio se torna insuficiente para esta clase de ejercicios. Sin embargo, hay que estar atentos. La ausencia absoluta de actividad es causa de consulta clínica inmediata.

Causas y beneficios de las patadas del bebé

Hasta ahora se creía que los bebés pateaban al oír voces, música y demás, pero no siempre es así. La verdad es que ni los investigadores han logrado descifrar qué tanta es su capacidad de escucha cuando están en el vientre materno.

Algunos afirman que el ambiente es insonorizado hasta los cuatro meses y que empiezan a percibir sonidos mediante la vagina a las 16 semanas. Otros aseguran que sí atienden a ciertos ruidos, y que incluso aprenden palabras por repetición al formar recuerdos que se activan al volver a escucharlas. Por eso, los médicos aconsejan la estimulación, para optimizar el funcionamiento neuronal y por ende potenciar el aprendizaje.

Oigan o no, las patadas ayudan al bebé a liberar la tensión de su estructura ósea, previniendo enfermedades futuras como la osteoartritis. Además, impulsan la interacción de las células y los tejidos, haciéndolos más funcionales.

¿Cómo se mueven los bebés?

Por lo general, los movimientos de los bebés en el vientre son laterales. Se estiran y flexionan, pero no lo hacen las 24 horas del día. Ellos también descansan y duermen. En la fase final del embarazo se dan la vuelta para posicionar su cabeza en el canal de parto. En ese instante las patadas serán más intensas y dolorosas, causando presión y punzadas en las costillas.

Según el desplazamiento, se puede imaginar la posición del feto. Si patea por debajo de las costillas y saca un pie por el ombligo, posiblemente esté de espaldas al vientre. Si patea en el área abdominal, quizás se halle de espaldas a la cintura, con la cabeza en el estomago.

Si el bulto se siente arriba es porque aún no se ha volteado, pero si se percibe abajo es porque ya se está acomodando para salir. Respira hondo y disfruta de cada patada. Son muestra de vida dentro de ti. Cuando te sometas al eco verás sus gestos y su risa. Es maravilloso. Ejercítate tu también. Eso beneficia el desarrollo del cerebro del bebé.


Fuente: pequelia.republica.com