Los papás de ahora parecen estar más involucrados en la vida de sus hijos que los de hace unos años. Y esto no solo se refiere a labores de crianza, sino que la cercanía y participación perdura hasta la vida adulta de sus retoños.
El involucramiento ocurre en diferentes niveles: ya sea el hecho de estar presentes en alguna actividad importante para los menores (por ejemplo, un acto cívico o un partido de fútbol) o bien, estar más pendientes de sus problemas y necesidades. También el tener mayor contacto físico con ellos.
Así lo señala una investigación de la Universidad Brigham Young en Estados Unidos cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista Journal of Marriage and Family. El reporte tomó en cuenta a 1.294 papás con hijos cuyas edades iban desde recién nacidos hasta los 24 años.
“Encontramos que los papás de hoy pasan más tiempo, dan mayor atención y proporcionan más caricias a sus hijos que nunca antes. La masculinidad cambió o está en proceso de cambio. La mayoría de ellos se ven con un rol tan definitivo en la vida de sus hijos como su madre. Aunque aún queda una minoría que se ven solamente con rol de proveedores y de personas que ejercen la disciplina, este grupo es cada vez menor”, indicó en un comunicado de prensa Kevin Shafer, coautor del estudio.
Dentro de las conclusiones se vio que los padres de niños pequeños pasan varias horas con ellos al menos tres veces por semana (incluso quienes no viven con sus hijos). Además, quienes tienen hijos adolescentes o adultos dijeron que conocían a sus amigos y estaban al tanto de cómo les iba en sus estudios y de los problemas que enfrentaban.
Sin importar la edad de sus descendientes, los padres indicaron que sus hijos los buscan para hablar de sus problemas y de cosas que consideran importantes.
Fuente: nacion.com